Isla Quiriquina, Escuela de Grumetes. Con la presencia de los familiares de los jóvenes que componen el Batallón de Reclutas de la Escuela de Grumetes, el 13 de abril se realizó en el Patio de Formación de la Escuela de Grumetes “Alejandro Navarrete Cisterna”, la ceremonia de Entrega de Armas, actividad que fue presidida por el Director de Educación de la Armada, Contraalmirante Sebastián Gutiérrez, quien estuvo acompañado por el Comandante en Jefe de la Segunda Zona Naval, Contraalmirante Jorge Parga, el Comandante en Jefe de la Fuerza de Submarinos, Contraalmirante Juan Pablo Zúñiga, Comandantes de Unidades y Reparticiones de la Segunda Zona Naval y familiares.

En esta solemne ceremonia, son precisamente los padres y familiares de los Reclutas, quienes tienen el honor de entregar el fusil que los acompañará durante su proceso de formación en la Escuela de Grumetes, sellando de esta forma el compromiso del nuevo grumete con la Institución y marcando la transformación de los jóvenes que ingresaron en febrero, en hombres y mujeres de armas.

En la oportunidad, y frente a los familiares, Comandantes de Unidades, Jefes de Repartición y Suboficiales Mayores de la Segunda Zona Naval e invitados especiales, el Director de la Escuela realizó un discurso donde destacó el esfuerzo realizado por cada uno de los Grumetes, y lo que es más valioso, voluntariamente, han decidido forjar un futuro al servicio de su país a través de la Armada de Chile.

“Nuestros nuevos grumetes se presentan frente a ustedes con la satisfacción del deber cumplido, al finalizar esta primera etapa dentro de su carrera naval. En este periodo que finaliza, nuestros reclutas han aprendido el valor del trabajo en equipo, que permite superar cualquier obstáculo que la vida les depare”, indicó el Comandante Arrieta.

“Recibirán su arma de manos de sus familiares y sellarán su compromiso con una salva de honor, lo que marcará el término de este período, pasando a ser oficialmente Grumetes de la Armada de Chile. Porten su arma con honor, en las presentaciones militares utilicénla con elegancia y energía, y en el caso de ser requerido para defender a la Patria actúen con prudencia, razón y decisión. Luzcan gallardos y con prestancia su uniforme, recuerden que a partir de ahora visten el mismo uniforme azul de Prat, Aldea, Odger y Fuentealba. Ese es el privilegio y responsabilidad que hoy asumen frente a todos nosotros”, concluyó.

Posteriormente se hizo entrega del premio Calabrote femenino al equipo Cepo, que obtuvo el mejor puntaje en las diferentes competencias deportivas. Cabe consignar que este año, debido a las condiciones sanitarias, las reclutas de la tercera y sexta división conformaron tres equipos: Ancla, Bote y Cepo. En tanto, la quinta división obtuvo el premio Calabrote masculino.

Por otra parte, se hizo entrega del premio a la séptima división que fue la que obtuvo la más alta calificación en la revista de reclutas colectiva.

Luego, se premió al Mejor Recluta de cada división, distinciones que este año recayeron en:

- Primera División: Recluta Javier Inzunza Díaz.

- Segunda División: Recluta Omar Sáez Cartagena.

- Tercera División: Recluta Jhon Luna Bustos.

- Cuarta División: Recluta Ángelo Miranda Leiva.

- Quinta División: Recluta Levi Araos Neira.

- Sexta División: Recluta Catalina Ulloa Carrillo.

- Séptima División: Recluta Infante de Marina Jaime Pinoleo Segura.

Finalmente, se premió a los reclutas que obtuvieron la más alta calificación del Batallón de Reclutas en la revista individual, destacando al Recluta Ángelo Miranda Leiva y al Recluta Infante de Marina Jaime Pinoleo Segura, quienes fueron saludados por el Director de Educación de la Armada y Director de la Escuela.

Una vez recibida el arma por parte de los Grumetes, el Pastor Evangélico Hugo González pronunció unas palabras, para posteriormente recibir la bendición de las armas por parte del Capellán del Plantel, Capitán de Fragata Servicio Religioso José Jarpa.

La ceremonia concluyó con una salva de honor que selló el compromiso de los nuevos grumetes con la institución y el posterior desfile del batallón de primer año ante las autoridades y familiares, al mando del Capitán de Corbeta Pablo Berg Aldoney.