Talcahuano. Con la llegada de los primeros 220 jóvenes provenientes de diversos lugares del país, a la Base Naval Talcahuano, la Escuela de Grumetes “Alejandro Navarrete Cisterna”, dio inicio este martes 1° de febrero al proceso de recepción de los nuevos alumnos que comenzarán su formación en el plantel ubicado en la Isla Quiriquina, y a quienes se les impartirá un plan de estudio integral basado en los modelos de formación militar-naval, profesional, académico, físico-deportivo, valórico y cultural.
Con el fin de dar cumplimiento a las medidas sanitarias vigentes, el acuartelamiento de los 856 reclutas; 671 hombres y 185 mujeres, continuará este miércoles 2 de febrero con el arribo de 213 alumnos. Para el jueves 3 está programada la llegada de 207 jóvenes, finalizando este 4 de febrero con el ingreso de 215 reclutas.
Portando una maleta con sus enseres personales y también la esperanza de convertirse en los futuros hombres y mujeres de mar, uno a uno los jóvenes fueron cruzando la Puerta Los Leones, dando sus primeros pasos en esta nueva etapa de sus vidas, tras la despedida de sus padres, familiares y amigos, quienes los acompañaron hasta el recinto naval.
Entre los integrantes de este grupo se encontraban los reclutas Ignacio Ringuelet, postulante a Grumete Naval, Jael Avello y los primos Judith y Simón Labraña, integrantes del curso de Sanidad Naval. Los jóvenes coincidieron en la emoción y ansiedad que significó saber que estaban aceptados para incorporarse a la Armada de Chile.
Ignacio, residente de la ciudad de Angol, recordó que tras un paseo de colegio al Museo “Huáscar” sintió una motivación de ingresar a la institución “desde que recibí la noticia que había quedado aceptado, fue mucha felicidad, hubo sentimientos de emoción y ansiedad por iniciar pronto esta experiencia”. Su mamá, Viviana Gallegos, agregó ha sido un proceso difícil, “tuvimos que tomar decisiones familiares y como familia dejamos varias cosas atrás para llegar hasta acá, para apoyarlo y pudiera cumplir su sueño de ingresar a la Marina. Ahora siento mucha pena, pero estoy muy orgullosa de decir que mi hijo será un gran marino”.
Jael, desde Villa Alemana llegó acompañada de sus padres y comentó que tuvo que pasar dos procesos de selección para iniciar su vida naval, ya que la primera vez no fue seleccionada. “Esa situación me desanimó, pero me sobrepuse y lo volví a intentar. Hoy estoy aquí muy emocionada cumpliendo el sueño de ingresar a la Armada, ya que desde niña siempre miraba la Academia Politécnica Naval, cuando iba a Viña del Mar, y me tomaba fotografías en los monumentos que están en la playa”. Su mamá, Eugenia Cabrera, señaló estar muy emocionada “por estar en este lugar y espero que le vaya muy bien, porque siempre fueron sus anhelos de poder postular a la Armada, como padre estamos muy orgullosos”.
En representación del grupo familiar fue el Cabo 2º Abdiel Labraña, enfermero del Hospital Naval de Talcahuano, quien despidió a su hermano Simón y a su prima Judith, en los momentos de su acuartelamiento. “Ellos están muy entusiasmados por ingresar a la institución y como familia estamos muy orgulloso de esta decisión. A ambos les deseamos lo mejor y que tengan éxito en su proceso de formación”.
Reunión con padres
Luego de recibir las primeras disposiciones y comenzar a conocer la doctrina naval impartida por quienes serán sus instructores durante el presente año, los jóvenes se trasladaron hasta el Molo 500 de la Base Naval Talcahuano, donde se continuó con las siguientes fases corresponde a la cuarta etapa del proceso de admisión, la que se materializa con la entrega de documentación, la toma de test antígenos y la última revisión médica y dental, para posteriormente tomar rumbo a la isla Quiriquina.
En tanto, el Director de la Escuela de Grumetes, Capitán de Navío Alejandro Arrieta, se reunió con los padres y apoderados de los nuevos reclutas, a quienes les explicó el programa de educación, el calendario de actividades y el régimen diario que cumplirán sus hijos y pupilos durante este primer mes de instrucción y los meses posteriores.
El Comandante Arrieta detalló que el proceso de acuartelamiento se desarrollará en cuatro días, para disminuir los aforos, cumplir las medidas sanitarias y realizar la toma de test de antígeno a cada uno de los postulantes. “Para este año esperamos ejecutar el máximo de actividades posibles, en el marco de esta nueva normalidad que todavía establece la pandemia. Pretendemos cumplir nuestra planificación de adoctrinamiento militar básico en el período de reclutas y posteriormente desarrollar nuestras actividades profesionales y académicas que demanda la formación de los Grumetes; para ello, también hemos tomado todas las medidas para minimizar los riesgos de algún posible contagio”.
Agregó, que la reunión con los padres tiene como propósito contarles dónde vienen sus hijos, a qué vienen y cómo se desarrolla el proceso de instrucción, “la recepción de ellos ha sido muy buena, instancia en las que han salido muchas inquietudes relacionadas a las actividades diarias que realizarán los jóvenes. Ha sido una comunicación bastante enriquecedora entre los papás y los instructores”, destacó.
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