Tras el fatídico naufrágio de la escampavía “Janequeo” el día 15 de agosto de 1965, pasaron a la historia dos destacados marinos que con sus demostraciones de arrojo, valentía, heroísmo y compañerismo pasaron a engrosar las más nobles filas de la Armada de Chile.

Así, es como yacen en el Patio Memorial de la Escuela de Grumetes “Alejandro Navarrete Cisterna” los restos del Cabo Leopoldo Odger Flores y el Marinero Mario Fuentealba Recabarren, exalumnos de nuestra escuela, quienes sin vacilar cumplieron su juramento “hasta rendir la vida si fuese necesario”.

Tras conmemorarse 58 años del hundimiento de la “Janequeo”, la Vieja Escuela de Altivos Marineros rindió honores a nuestros héroes en una ceremonia encabezada por el Director del Plantel, Capitán de Navío Alejandro Arrieta de la Maza, acompañado por familiares del Cabo Odger y Marinero Fuentealba.

La ceremonia comenzó con un discurso del Director de la Escuela, quien destacó que la gesta heroica de Odger y Fuentealba trascenderá a lo largo de la historia de nuestra Armada, puesto que nos entregaron un legado que refleja fielmente las convicciones de los hombres de armas y los valores institucionales, convirtiéndose en ejemplo para las nuevas generaciones, especialmente para los alumnos de la Escuela de Grumetes.

Posteriormente, la ceremonia continuó con un emotivo discurso del hermano de Marinero Fuentealba, SOM (R.) Gabriel Fuentealba, quién a nombre de ambas familias expresó que con profundo orgullo recuerdan a sus seres queridos, quienes mediante el ejemplo han marcado la historia de la patria.

Luego, el Capellán del Plantel, Capitán de Fragata Fernando Jarpa, y el Pastor Evangélico Hugo González, realizaron una acción de gracias en honor a los Héroes de Paz, finalizando con la colocación de ofrendas florales por parte de los familiares, círculos y dotaciones de los OPV-84 “Cabo Odger” y OPV-83 “Marinero Fuentealba”.